No conozco, monjes, ninguna otra cosa que proporcione tanto sufrimiento como una mente no cultivada y desarrollada. En verdad que una mente no cultivada y no desarrollada proporciona sufrimiento.

No conozco, monjes, ninguna otra cosa que proporcione tanta felicidad como una mente cultivada y desarrollada. En verdad que una mente cultivada y desarrollada proporciona felicidad.

No conozco, monjes, ninguna otra cosa que cause tanto perjuicio como una mente sin domar, descuidada, desprotegida y descontrolada. En verdad que una mente así causa gran prejuicio.

No conozco, monjes, ninguna otra cosa que cause tanto beneficio como una mente domada, vigilante, protegida y controlada. En verdad que una mente así causa gran beneficio.

Anguttara Nikāya, El libro de los unos.