Perdonar
El perdón es algo que a veces se interpreta de manera incorrecta. Perdonar no significa entregar un cheque en blanco a alguien que hizo algo equivocado diciéndole «está bien, no te preocupes». No, el perdón consiste básicamente en romper el ciclo de la venganza, romper el ciclo del odio. Buda dijo que si el odio responde al odio, este no terminará nunca. Y Gandhi dijo que si aplicamos el ojo por ojo y el diente por diente, muy pronto el mundo estará ciego y sin dientes.
De manera que perdonar no consiste solo en decir que tus terribles acciones no tienen consecuencias, no te preocupes, vete a la playa y olvídate de ello. Una acción siempre tiene consecuencias. Según la perspectiva budista, uno nunca escapará al fruto de sus acciones. Si has estado haciendo cosas negativas para otros, a menos que las repares con un bien mayor, de una manera u otra ese sufrimiento te afectará de algún modo. Está claro que las acciones tienen consecuencias, y tenemos que cargar con el precio de esas consecuencias.
Pero lo que debemos detener es la toma de revancha continua. Y eso es de lo que trata el perdón; decir «No perpetuaré más este ciclo. No te haré lo que me hiciste a mí, porque no quiero alimentar este ciclo infinito de ira, odio y resentimiento». Eso, en mi opinión, es una forma saludable de pensar sobre el perdón.
Matthieu Ricard
Na hi verena verāni sammantīdha kudācanaṃ
Averena ca sammanti esa dhammo sanantano.
Jamás en este mundo los odios cesan con el odio;
cesan con la benevolencia: esta es una ley eterna.
Dhammapada, verso 5