Si la vida fuera una línea recta, con toda la gente exclusivamente empezando en un extremo y terminando en el otro, nuestra comprensión, nuestra realización, sería la misma que la de todo el mundo. Pero la vida no es una línea recta. La gente empieza en lugares y espacios diferentes, y navegan en diferentes rumbos debido a propósitos diferentes. La verdad no se encuentra en un único lugar, y no todas las verdades sirven a las mismas causas. Donde estás tú, no tiene porqué ser el lugar donde estén los demás. Y el lugar que necesitas descubrir puede que ya haya sido descubierto por algunos, e incluso que ni siquiera haya sido considerado por otros. Tu viaje es solo tuyo, como lo es el del resto. La clave es el viaje individual, así que disfruta del tuyo y encuentra el espacio para respetar el de los demás, sea cual sea el lugar en el que se encuentren y adonde quiera que se dirijan.