El deseo es una obstrucción mental. Pero primero debemos tener deseo, a fin de que comencemos a practicar el Camino. Supón que fuiste a comprar cocos en el mercado y mientras los estás trayendo a casa alguien te pregunta:
«¿Por qué compraste esos cocos?»
«Los compré para comerlos».
«¿Vas a comer la cáscara también?»
«¡Por supuesto que no!»
«No te creo. ¿Si no vas a comer las cáscaras, entonces por qué
las compraste?».
Bien, ¿qué dices? ¿cómo vas a responder a esa pregunta? Practicamos con el deseo para empezar. Si no tuviéramos el deseo, no practicaríamos. Contemplándolo de esta manera puede emerger la sabiduría, ¿sabes? Por ejemplo, esos cocos: ¿vas a comer la cáscara también? Por supuesto que no. ¿Entonces por qué los llevas? Son útiles para llevar los cocos cubiertos. Si tras comer los cocos, tiras las cáscaras, no hay problema. Practicamos de la misma manera. No vamos a comer las cáscaras, pero aún no es el momento de tirarlas. Las mantenemos al principio, de la misma manera que lo hacemos con el deseo. Así es la práctica. Si alguien quiere acusarnos de comer cáscaras de cocos, es su problema. Sabemos que no lo estamos haciendo.
Del libro Un árbol en un bosque de Ajahn Chah. Puedes descargarlo en pdf, epub o mobi pinchando aquí.
Deja tu comentario